viernes, 26 de agosto de 2016

Una nueva época y los requisitos para publicación en el blog




Nos complace anunciar nuestros planes para la “nueva época” de este blog. Dentro de unos meses resurgirá con el nuevo título de


“Transformaciones lectoras: Actos de lectura y literatura infantil y juvenil”


El objetivo es que se convierta en un espacio para el intercambio de conocimiento sobre temas de literatura infantil y juvenil o de prácticas lectoras de niños o jóvenes por medio de la publicación de un resumen y resultados de tesis de maestría o doctorado, de cualquier país del mundo, en estas áreas.
De esta manera, podemos continuar la conversación que hemos sostenido a lo largo de los últimos dos años. Creemos que estos espacios compartidos son más importantes que nunca para incrementar la colaboración entre personas de distintos países y continentes, para construir puentes entre investigadores y maestros y crear conexiones que estimulan una relación placentera y creativa con el texto pero que también conducen a una mejor comprensión del ser humano a través de la literatura y la lectura.
Si te interesa escribir una entrada, por favor consulta las indicaciones al final.
También nos gustaría aprovechar esta oportunidad para invitar a los lectores que visitaron este blog en los últimos dos años para contactarnos con comentarios sobre las entradas, con sugerencias y, en particular, con comentarios sobre la manera en que la información diseminada a través del blog ha tenido un impacto sobre sus reflexiones, sus lecturas, investigaciones o didáctica. Nos interesaría mucho saber quiénes son y por qué nos visitaron tantas veces (favor de enviar su correo a evelyn.arizpe@glasgow.ac.uk). Gracias por anticipado.
Esperamos que nos sigan acompañando, como lectores o quizá como colaboradores, en esta nueva aventura que comenzará hacia fines de octubre 2016.
Evelyn Arizpe y Laura Guerrero Guadarrama (Coordinadoras)
Javiera García Seguel y Camila Correa (Editoras)


Requisitos para publicación en el blog
1.       El espacio será sobre todo para publicar síntesis de tesis de maestría o de doctorado sobre los temas de  literatura infantil y juvenil, prácticas lectoras de niños y/o jóvenes.
2.       El enfoque puede ser teórico o empírico y sobre cualquier género literario relevante.
3.       Se puede presentar también un proyecto no-académico, es decir, una iniciativa, taller u otro evento relevante al tema, siempre y cuando no sea simplemente una descripción sino que presente un análisis o discusión sostenida por referencias a otros estudios o marcos teóricos.
4.       Se deberá incluir lo siguiente (no necesariamente por secciones separadas, pero cada aspecto debe quedar claro):
a.       Título
b.      Breve biografía del autor o autores (100 palabras)
c.       Objetivos o preguntas de investigación claramente señalados
d.      Contexto
e.      Metodología o diseño – selección de textos
f.        Análisis o discusión
g.       Conclusiones
h.      Referencias incluidas en el texto siguiendo el formato Harvard
i.         Bibliografía citada (breve)
5.       Máximo 1500 palabras (sin bibliografía)
6.       Enviar dos imágenes relevantes y señalar dónde colocarlas en el texto. Las imágenes deben seleccionarse de manera que no se infrinjan derechos (copyright). Pueden incluirse imágenes de cubiertas de libros o fotografías tomadas por el autor. Si aparecen personas, sobre todo niños o jóvenes en las fotografías, se debe contar con su permiso o, en el caso de los menores de edad, el de un familiar. Si se requieren más imágenes de un libro álbum, tendrá que discutirse con las editoras.
7.       Las editoras harán la traducción al inglés (o al español) al menos que lo haga el autor. Antes de la publicación en el blog se enviará la traducción al autor.
8.       Si el texto no está bien escrito o presentado, se devolverá al autor con algunas indicaciones.
9.       Las coordinadoras y editoras se reservan el derecho de rechazar textos aun cuando han sido revisados si no consideran que la revisión es adecuada.
10.   Se publicará una entrada por mes, hacia los últimos días del mes, salvo en julio y en diciembre y las entradas se publicarán según el orden y calendario determinado por las editoras.
11.   Los autores con su envío otorgan permiso para la publicación en caso de ser elegidos. El contenido de lo escrito es responsabilidad de los autores.
12.   A los autores publicados se les enviará una carta constancia de su participación en el blog.
13.   Se creará un directorio de autores para cualquier contacto el cual se agregará al blog.
14.   Enviar los textos a evelyn.arizpe@glasgow.ac.uk
15.   Para cualquier pregunta sobre estas indicaciones, dirigirse a
Camila Correa:  mccorrea92@gmail.com
Javiera García Seguel: javiera.garciaseguel@gmail.com

martes, 16 de agosto de 2016

De finales y comienzos. ¡Este blog se transforma!


(Cita atribuida a Ricardo Léon y Román, escritor español 1877-1942)

Los textos y la lectura continúan y continuarán transformándose y transformando a los lectores pero nosotros llegamos a un punto y aparte en cuanto a este blog que surgió como una forma de reflexionar y compartir, tanto en inglés como en español, nuestro proceso de investigación en el proyecto Transformaciones lectoras: Actos de lectura, literatura juvenil y jóvenes en México. Invitamos también a investigadores con proyectos afines a participar en el blog y así descubrimos otros mundos y posibilidades.
Ahora hemos llegado al final de ese proceso y sólo queda publicar algunos de los resultados del proyecto con más detalle en artículos sobre los cuales informaremos más adelante – uno de ellos en un libro editado que reunirá capítulos basados en la investigación de algunos de nuestros invitados y esperamos saldrá para 2017.
Pero les pedimos que no nos abandonen,  la buena noticia es que hemos decidido transformar el blog… estén pendientes de la siguiente entrada con más información…
Sin embargo, antes de comenzar una “nueva época”, Laura y yo queremos cerrar el blog con nuestro agradecimiento, primero a los jóvenes y sus maestras que nos acogieron en sus escuelas y aceptaron participar, sobre todo a la Maestra Silvia Reyes, porque sin su ayuda, tanto en 1992 como en 2014, el proyecto no hubiera sido posible. Segundo, agradezcemos a las investigadoras asistentes, Carolina González Alvardo y Jocelyn Silva al inicio, y Áurea Xaydé Esquivel Flores y Cutzi L.M. Quezada Pichardo hacia el final, por su trabajo y entusiasmo.
Agradecemos también a los invitados que compartieron su trabajo con nosotros: Osman Coban, Alejandro Aguilar Mayorga, Erin Spring, Lucia Cedeira Serantes, Mireia Manresa, Nayla Aramouni y Alberto Bolaños Montealegre. Finalmente, agradecemos a nuestros lectores quienes, según las estadísticas, han visitado este blog más de 15,000 veces y desde Chile hasta Ucrania, pasando por Austria, Filipinas e India, entre otros países del mundo.
Les hice una pregunta a algunos de los participantes: ¿Qué significó para ti participar en el proyecto de talleres de lectura sobre transformaciones lectoras entre los jóvenes en México?
Con las palabras de quienes nos han acompañado en los últimos dos años cerramos entonces esta etapa, terminando con la voz de la más joven, Xiadani, a quien le agradecemos de manera muy especial sus palabras, porque nos recuerdan la razón por la cual uno se lanza a la investigación sobre jóvenes y lectura. (EA)

Laura Guerrero, Dra en Letras Modernas, docente e investigadora en el Departamento de Letras, Universidad Iberoamericana, Ciudad de México
El tiempo se ha ido rápido, esta sensación de fugacidad nos acompaña a los seres humanos siempre que terminamos una etapa o un proyecto, sobre todo si fue una época de descubrimiento, de enriquecimiento y de camaradería como lo fue para mí participar en este estudio. Desde hace muchos años trabajo la Literatura Infantil y Juvenil y siempre había tenido la ilusión de hacer una investigación que me acercara a los lectores reales, a nuestros niños y jóvenes mexicanos para saber más de ellos, lejos de las encuestas impersonales, de las ideas preconcebidas o  prejuicios. Cuando la doctora Evelyn Arizpe me invitó a colaborar con ella  fue sensacional, iba a cumplir mi sueño apoyando a una investigadora experimentada, que dominaba el tema y era reconocida internacionalmente. Además, íbamos a trabajar sobre los  problemas de lectura de nuestros adolescentes y buscaríamos algunas ideas hacia posibles soluciones. Fue así como me introduje en el estudio empírico de la lectura juvenil lo que definitivamente ha beneficiado mi trabajo con una renovada comprensión. Comenzamos el blog Transformaciones lectoras el 17 de septiembre de 2014 para hacer una breve reflexión sobre el trabajo de los talleres de lectura con el proceso de la investigación en el momento y  compartir este ejercicio con nuestros lectores en inglés y español. Este objetivo inicial pronto dio paso a otro también importante, ofrecer un espacio a otras experiencias semejantes con visiones o enfoques diferentes. El éxito del blog nos ha dado una enorme alegría más los objetivos centrales se han cumplido, toca ahora hacer un ejercicio de síntesis que ocupará otros espacios en artículos o libros. 
Ahora que cerramos esta etapa quisiera decir que fue muy importante vivir todo el proceso de los talleres, desde el diseño del estudio, las reuniones con el equipo, la traducción de los materiales, el vaciado de las encuestas, la selección de las lecturas, la preparación de las sesiones, la búsqueda del proceso hermenéutico, las fallas, lo inesperado, el apoyo de las autoridades, la confianza de los jóvenes, su participación, su interés por la lectura, sus problemas sociales o familiares, sus necesidades, su inteligencia, su enorme capacidad para soñar e imaginar mundos posibles. Fui parte de un proceso de búsqueda, en pleno ejercicio hermenéutico de autorreflexión comprendo e interpreto que el arte literario es vida y va más allá del curriculum escolar. 

Silvia Reyes, Maestra y Sub-directora, Escuela Secundaria No.1 Profesor Froylán Parroquín García:
Es una terapia leer y escribir, expresar lo que se piensa, lo que se siente. Manifestar públicamente las personales alegrías, tristezas y sobre todo compartir las emociones que estas actividades producen. En este panorama,  únicamente resta ser leal  a uno mismo y compartir con sabiduría un ideal, un sueño que puede ser realidad, en la posibilidad de lograr un acuerdo común, un interés y actuar de acuerdo a principios y hábitos sabiamente integrados. El gusto por la lectura, la superación individual y colectiva que nos produce compartir  tantas emociones, ese es  el ideal que se espera ante la motivación del Taller Transformaciones Lectoras, realizado en una escuela cuyo contexto social es adverso.
Es un aprendizaje constante,  es el compromiso que ansiosamente se ha estado luchando de tiempo atrás, desde mis primeras incursiones en la lectura, este afán por provocar desconcierto entre jóvenes lectores, coraje, inquietud para seguir leyendo. Lograr que los jóvenes lean,  que se interesen por lo subjetivo de un cuento, los comics y sus anécdotas, el libro álbum, la finalidad del taller se cumplió. Los alumnos participantes lograron encender un fuego lector, los alumnos compartieron las emociones de leer.  Hacia allá vamos, porque el camino es árido y desalienta, porque tenemos miedo de andar a tientas,  dame la mano y vamos ya… juntos lo vamos a lograr. Mil gracias Evelyn y Laura, a todos los que participamos en este proyecto, gracias.

Carolina González Alvarado, estudiante del doctorado en la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México
Trabajar como investigadora asistente en este proyecto constituyó para mí una experiencia de aprendizaje y desarrollo profundamente enriquecedora. El trabajo de campo me permitió convivir de manera directa con los jóvenes lectores y ahondar en la influencia de la realidad política y social nacional en el proceso de recepción lectora. Por otro lado, colaborar con investigadoras expertas en literatura infantil y juvenil amplió mis conocimientos en el área pero sobre todo,  me dio la oportunidad de aprender de su experiencia y profesionalismo. Este proyecto me enseñó que a través de la labor continua, la disposición y humildad, es posible trabajar en equipo y crear un diálogo compartido donde el intercambio de experiencias, perspectivas y puntos de vista contribuyó a la creación de conocimiento. 

Alberto Bolaños Montealegre, especialista en la enseñanza de segundas lenguas, España
 “Transformaciones lectoras” y su versión en inglés “Reading Changes” ha sido una iniciativa muy interesante para todo aquel que se pregunta qué atractivo pueden tener la lectura y el libro para los jóvenes actuales, contantemente rodeados de pantallas y con acceso inmediato a tecnologías como Internet, los videojuegos o las redes sociales.
Como las diferentes contribuciones al blog nos han mostrado durante estos meses, el acto de leer va más allá del mero hecho de descifrar palabras impresas en papel. Los libros cuentan historias. Historias con las que, en mayor o menor medida, los jóvenes (y no tan jóvenes) nos sentimos identificados y con las que no solo aprendemos sobre el ser humano sino que también desarrollamos nuestra propia interpretación del mundo y de la realidad en la que vivimos.
También hemos podido constatar cómo el acto de leer, además, no es un acto indiferente a los cambios e innovaciones sociales que van surgiendo con el tiempo. Las diferentes aportaciones del blog nos han mostrado cómo la lectura se ve influenciada por aspectos tan actuales como las nuevas tecnologías e Internet, las formas de lectura híbridas entre la palabra y la imagen como el cómic y la novela gráfica, o por temas tan presentes en la vida de los jóvenes ahora como la sexualidad, la emigración o la política. Ello nos muestra la flexibilidad de la lectura y la capacidad que tiene de adaptarse a las necesidades de cada momento.
A nivel personal, ha sido muy interesante para mí contribuir al blog con mis dos entradas sobre literatura fantástica juvenil y educación (Primera parteSegunda Parte). Este proyecto no solo me ha brindado la posibilidad de difundir mi investigación en este tema sino que ha supuesto una grata primera experiencia en el mundillo de los blogs.
Por todo ello, no puedo más que felicitar a Evelyn Arizpe y Laura Guerrero por esta iniciativa que nos ha reunido a maestros, profesores, lectores e investigadores con la intención de acercarnos a la lectura desde diferentes perspectivas y poder comprender un poco más el papel tan fundamental que sigue teniendo leer, incluso en una época tan tecnológica y veloz como es el siglo XXI.

Xiadani Guadalupe Cabrera Salvitano, alumna graduada de 3º de secundaria, 15  años
Para mi este taller me provocó una gran felicidad ya que nos dieron la oportunidad a algunos jóvenes de poder participar en actividades de lectura,  en las que nos enseñaron a ser analíticos,  no sólo a decir a “no, tal vez, no sé…”    Estuvo interesante  ver el trasfondo  de la lectura, cuál es el mensaje, qué es lo que verdaderamente quiere comunicar el autor.  También nos enseñaron que no todos los libros “con dibujos” son  para niñitos, sino que existen diferentes tipos de libros y todos tienen cosas buenas. También me agrada mucho que nos pudieran  facilitar lecturas tan buenas  porque no  siempre tienes la oportunidad de leer cosas así, entonces este taller nos dio en pocas palabras la oportunidad de abrir nuestras mentes y ver más allá de lo que tenemos,  buscar cosas nuevas y ser analíticos.
Yo opino que se debería de realizar más talleres como estos  con todos los alumnos, pero hacerlo con cosas que de verdad llamen la atención de los jóvenes ya que muchas veces les dan  a leer cosas que no les interesan o no les llama la atención y entonces no se dan ni siquiera el tiempo de tomar el libro y leer aunque sea la primera página para ver si le va a gustar.
Estoy muy interesada porque supieran elegir los libros porque algunos no estábamos acostumbrados a esos tipos de lecturas y lograron que todos lo leyéramos.
Estoy muy agradecida con la Dra. Evelyn y la Dra Laura por haberme dado la oportunidad de participar en esta investigación, por mi parte fue un gran placer haber podido participar.

viernes, 10 de junio de 2016

Leer por placer en El Líbano: algunas percepciones a partir de conversaciones con adolescentes


 
Puerto de Byblos, El Líbano (fuente: http://www.aaa-arch.com)

Viajamos de Cataluña hacia El Líbano en esta nueva entrada que también surge de una tesis doctoral. Nayla resume algunas de sus observaciones y, más importante, reflexiona sobre lo la lectura significa para los jóvenes que viven en situaciones de inseguridad, un tema que ya hemos resaltado en nuestra investigación en México y que, desafortunadamente, es relevante en tantos países alrededor del mundo. Una vez más, notamos que cualquier estudio sobre la lectura o prácticas relacionadas se enriquece con las voces de los jóvenes y sus reflexiones sobre el impacto de los contextos sociales y políticos, históricos y contemporáneos sobre estas prácticas.
 
Nayla Aramouni creció en El Líbano, donde realizó sus estudios de licenciatura en Educación en la Universidad Americana de Beirut. Pasó los primeros años de su carrera allí, trabajando para promover la lectura como profesora, administradora de una librería especializada en educación, y en una empresa dedicada a educación. En el 2008 viajó al Reino Unido y realizó el Máster en Filosofía en Literatura Infantil y el Doctorado en Educación en la Universidad de Cambridge. Actualmente, es coordinadora de programas y administradora de fondos en una organización internacional sin fines de lucro en Cambridge, Reino Unido, y continua dedicando su tiempo a los adolescentes y sus lecturas.


Hace algunos años comencé mis estudios de doctorado, en el cual investigué las actitudes hacia la lectura de los jóvenes en El Líbano. Esta no fue una decisión arbitraria. En primer lugar, yo nací y me crié en El Líbano y, mientras crecía (y después ya de adulta), frecuentemente me sorprendía con la cantidad de personas que manifestaban su amor por la lectura, pero cuán poca gente realmente leía. Rara vez vi a alguien leyendo. No en cafés, no en la sala de espera del doctor, no en los parques, ni en el salón de profesores, o en ningún espacio público. Aún así, leer está valorado socialmente y es una actividad que se considera prestigiosa. Tanto las participantes de concursos de bellezas como en los CV las personas dicen leer como pasatiempo.

El Líbano es un precioso y misterioso país, con mucho que ofrecer. Sin embargo, también es inestable y complejo. Rara vez se encontrará con información sobre el país que no mencione su guerra civil de 15 años, de la cual aún pueden observarse los efectos. Años de inestabilidad han creado lo que los libaneses llaman “La Situación”, un término usado para hacer referencia a todos los problemas que ocurren dentro El Líbano, y que afectan todos los aspectos de la vida del libanés  - incluso, como descubrí, la lectura de los jóvenes.

 


Vista de Beirut, fotografía tomada cerca de mi hogar en Brummana (crédito de la foto: mi cuñada, Stacy).
 
 
“La Costanera”, Beirut, El Líbano (fuente: www. http://www.beirut.com/l/25110)

Mi investigación comenzó con las definiciones de algunos términos, como “lectura por placer”. Quería que mi investigación se enfocara en la lectura que se realiza mayormente por placer. No importaba qué se leyera, siempre y cuando el motivo de la lectura fuera placer. Por ejemplo, excluí de mi estudio actividades tales como leer una reseña en línea sobre audífonos para un teléfono móvil que el lector estaba considerando comprar. Asimismo, textos como “back-stories” o las historias que aparecen en los videojuegos no fueron consideradas, ya que estas son leídas a medida que se avanza en el juego. Mi estudio se basó en teorías sobre la adquisición de actitudes hacia la lectura y motivación, cultura de la lectura, desarrollo lector y respuesta lectora.  El estudio también da cuenta sobre los vacíos que identifiqué en la literatura que aborda la lectura en Medio Oriente y en El Líbano.

El estudio se realizó en dos escuelas privadas, laicas y mixtas que cuentan con bibliotecas y usan el inglés como idioma de enseñanza. Mis participantes se encontraban en el último año de escolaridad y fueron seleccionados según sus respuestas a un cuestionario que distribuí entre los estudiantes de ese mismo nivel. Realicé entrevistas individuales semi-estructuradas con cada uno de ellos y después conduje entrevistas en grupos pequeños con aquellos estudiantes que querían y podían participar.

Mi primer hallazgo fue bueno. Cada uno de mis participantes, sin importar cuán inflexible fuera su rechazo a la lectura y declarara que nunca leía, tuvo al menos un libro que describió con los ojos brillantes y sonrisas. Todos tuvieron una experiencia positiva con la lectura. Sin embargo, esto no fue suficiente para crear el hábito de leer en la mayoría de los participantes.

Cuando les pregunté qué les gustaba leer, los entrevistados parecían tener los mismos gustos que los adolescentes de todo el mundo: Harry Potter, Twilight, Agatha Christie. Un hallazgo sorprendente entre quienes declaraban no disfrutar la lectura fueron los libros de filosofía, con El mundo de Sofía posicionándose como favorito más frecuentemente que, por ejemplo, Harry Potter.

De todas maneras, las razones por las cuales los estudiantes disfrutan estos libros parece ser diferente a las razones que adolescentes de otras partes del mundo podrían dar. Ellos leen ficción occidental porque es diferente a su propia realidad. Tienden a evitar cualquier obra que no haya surgido de Europa o América, porque sienten que los temas más recurrentes en la literatura nacional se relacionan con la guerra y el sufrimiento. De acuerdo con varios de los participantes, gracias a “La Situación”, la mayor parte de los lectores en El Líbano prefieren no leer nada que profundice temas que son considerados “violentos”, “terribles” o “deprimentes”.  Al parecer, la ansiedad relacionada con “La Situación” también juega un papel en limitar la cantidad de lecturas, incluso entre aquellos estudiantes que tienen actitudes positivas frente a la lectura. Aún con un fácil acceso a libros, e incluso para estudiantes motivados a leer, el número de libros leídos es relativamente bajo y sobreestimado por los mismos lectores. Aunque los estudiantes con una actitud positiva frente a la lectura son lectores entusiastas que leen bastante, el número de libros leídos es mucho más bajo que la cantidad de libros leídos por lectores entusiastas de otras partes del mundo (por ejemplo, en el Reino Unido, Estados Unidos, y Sudáfrica). También descubrí que las bibliotecas eran utilizadas ocasionalmente para obtener material de lectura. Los libros son usualmente comprados en una de las dos librerías, o, si éstos eran muy difíciles de encontrar o costosos, descargados ilegalmente.

 

 
 

Una sucursal de la librería Antoine, una de las dos librerías frecuentadas por los participantes.  Durante (arriba) y después (abajo) de la guerra civil (fuente: : http://bibliobs.nouvelobs.com/la-tendance-de-jerome-garcin/20120531.OBS7164/saint-beyrouth-des-pres.html)

En cuanto a cómo las lecturas son asignadas en la escuela, está claro que ser “obligados” a leer, como los participantes lo describen, tiene sus ventajas cuando a los estudiantes se les da a elegir una opción de lectura entre una amplia variedad de libros.  Esto fue particularmente destacable en aquellos que declaraban tener una actitud neutral o negativa hacia la lectura (como identificó el cuestionario realizado antes de la entrevista), para quienes se aseguró que la lectura se realizara en periodos largos y lo suficientemente frecuentes como para alcanzar un nivel profundo de compromiso con la misma. En la primera escuela con la que trabajé, les pidieron a los estudiantes leer dos libros durante el verano, mientras que en la segunda escuela a los estudiantes se les dio una lista, con varias opciones, de la cual elegir dos libros para leer. Los alumnos del segundo grupo, que tuvieron que leer obligatoriamente pero que tuvieron alguna elección sobre qué leer, admitieron que se habían involucrado con la lectura y que habían disfrutado de al menos un libro en ese año de lectura “obligatoria”. Por otro lado, todos los estudiantes en el otro grupo, a los que no les dieron a elegir qué libro leer, sintieron que esta falta de elección los hizo “odiar la lectura”.

Frank Smith (1988) propone la metáfora de un Club de Alfabetización, que explica la creencia de que aprendemos a leer y a disfrutar de la lectura al “unirnos al club” de personas a las cuales creemos parecernos. Lo que yo encontré, sin embargo, es que hay diferentes tipos de Clubes de Alfabetización, cada uno con su propia cultura y reglas de pertenencia. Uno de ellos parece ser un club de alfabetización que es inclusivo, en el sentido que la mayoría de los estudiantes de una escuela tiene interés en leer y, comúnmente,  recomiendan y participan en discusiones en torno a libros. No hubo una distinción marcada entre quienes les gusta leer y a aquellos que no.  El otro club siente menos respeto y admiración por sus profesores y compañeros como lectores, y hubo una gran diferencia entre aquellos que leen y aquellos que no. Aquellos que se consideraban lectores se veían a sí mismos, y eran vistos por otros, como parte de un grupo de élite. Quizás como consecuencia,  hubo un menor grado de involucramiento personal con el material leído, ya que el acto de leer parecía ser motivado no sólo por el placer de la lectura, sino que también por el deseo de pertenecer al grupo de “lectores”  y asimilar las características asociadas con ese grupo.

Hubo varios momentos reveladores durante la investigación. Uno de los más notables para mí fue la identificación de La Situación como una influencia en las actitudes y comportamientos hacia la lectura. Al haber nacido y haber sido criada en La Situación, no fui consciente inmediatamente que “ésta” existía. Solo cuando estaba analizando mis trascripciones y releyendo (por enésima vez) una cita de un participante (al que llamaré Rami) me di cuenta de esto. Estaba emocionada y triste por la repentina revelación. A Rami le gusta leer, pero él describió el momento en el cual decidió no seguir leyendo:

En verdad, estaba enojado porque estaba llegando a un punto en el cual empecé a entender qué es El Líbano, la situación, todo el dilema y, entonces, me enojé y fue como: ‘¿qué sentido tiene leer libros que tienen muchos significados, mensajes e imágenes cuando la situación en la que vivimos no es saludable y podemos ocupar ese mismo tiempo en hacer otras cosas?’ No sé qué otras cosas pueden ser. Fue como una excusa, no lo sé.

 Los pensamientos de Rami ejemplifican cómo el contexto de El Líbano influye en los hábitos lectores de los adolescentes. Lo que él estaba leyendo, repentinamente, dejó de tener sentido, ya que él posicionaba la lectura en relación a su entorno y sometía su hobby a un escrutinio racional. Esto creó el ‘dilema’ o tensión entre lo que a él le gustaba hacer (leer) y lo que él sentía que su entorno lo obligaba a ser. Él, como muchos, sabía instintivamente que existen beneficios que conlleva la lectura, que pueden tener un impacto positivo en el mundo que lo rodea. Esto es lo que lo llevó a reconsiderar su decisión y a continuar leyendo. Durante las últimas etapas de mi doctorado, nuevas investigaciones, sobre las formas en las cuales la lectura de ficción puede mejorar la Teoría de la Mente, las relaciones cercanas y la empatía, comenzaron a surgir (Kidd y Castano 2013). Quizás Rami alguna vez sintió que leer era inútil, debido a La Situación, pero estas nuevas investigaciones proveen la evidencia científica que corrobora su instinto sobre los beneficios de leer. Leer ficción puede ayudarlo a buscar el sentido y hacer frente al mundo que lo rodea. Es una razón adicional para esforzarse por promover la lectura por placer y aportar con más pruebas sobre cómo la lectura puede cambiarnos y cambiar el mundo a nuestro alrededor.

Las editoras agradecen a Javiera García Seguel por la traducción al español.
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Al Amine, A., Abouchedid, K., Llabre, M., Hadi, F., Gharzeddine, M., Huri, M., & Maiky, C. (2008). The psychological conditions of children and youth in Lebanon after the July 2006 war. Beirut, Lebanon: Lebanese Association for Educational Studies and the Kuwait Society for the Advancement of Arab Children

Kidd, D., & Castano, E. (2013). Reading literary fiction improves theory of mind. Science, 1(October), 1–6. doi:10.1126/science.1239918

Smith, F. (1988). Joining the Literacy Club: Further Essays in Education. Portsmouth, NH: Heinemann.

viernes, 20 de mayo de 2016

El lector juvenil, entre las lecturas personales y las escolares


© Mireia Manresa
 
En esta entrada continuamos con nuestros invitados internacionales y con una entrada que nos permite una mirada más profunda a la forma en que se conectan los mundos de los lectores adolescentes dentro y fuera de la escuela. Mireia Manresa es profesora de lengua y literatura catalana en la etapa de Educación secundaria. Actualmente compagina la docencia en un instituto especializado en e-learning (IOC) con la formación de maestros en el Departamento de Didáctica de la lengua y la literatura en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Es miembro del grupo de investigación en literatura infantil y juvenil y educación literaria GRETEL [http://www.gretel.cat/] de la UAB, dirigido por la Doctora Teresa Colomer.  Sus líneas de investigación se sitúan en la construcción de hábitos lectores en el marco de la formación del lector literario en la etapa de educación obligatoria y sus últimas investigaciones exploran la respuesta lectora a la literatura digital. Con su tesis doctoral obtuvo el Premio Extraordinario de Doctorado (Universitat Autònoma de Barcelona, 2010) y el Premio Telémaco 2010, concedido por el Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación SM.

En los institutos de secundaria de mi país existe la tradición de programar una obra literaria por trimestre en las asignaturas de las dos lenguas oficiales (catalán y español). Los encargados de elegir esas obras son los docentes de cada centro educativo, puesto que no existen prescripciones sobre títulos por parte de la administración en lo que a la etapa de la secundaria obligatoria se refiere. Asistí como docente a mi primera reunión para decidir dichas lecturas en septiembre de 1997 en un instituto de secundaria situado cerca de Barcelona y la experiencia me produjo ciertas inquietudes que me han acompañado hasta ahora. En primer lugar, tuve dudas sobre el sistema de programación de las lecturas en si mismo: si el objetivo era incidir en el hábito lector, ¿podía un único título trimestral para todos los alumnos, percibido por ellos como una actividad académica, conducirles a tener hábitos lectores sólidos? En segundo lugar, me cuestioné los criterios de elección de las obras: ¿por qué se elegían los títulos según los supuestos gustos adolescentes y en cambio se planificaban actividades tan académicas como un examen? Y si el objetivo era la formación literaria, ¿por qué no se elegían las obras teniendo en cuenta las convenciones literarias que ejemplificaban y por qué se acompañaban de actividades tan poco variadas como un trabajo estándar aplicable a todos los textos?

Esas preguntas me llevaron a una primera investigación exploratoria situada en el campo de la promoción lectora. Analicé los casi 3.000 libros leídos por los 1.379 adolescentes participantes en una campaña de lectura en una población de Cataluña donde se propusieron como reto leer, durante unos meses, tantos libros como su número de habitantes (53.365 en ese momento, el año 2000). Complementé el análisis con los datos sobre la programación lectora de los institutos de la población. Entre otros resultados observé que una buena parte de los títulos citados por los jóvenes provenían de la prescripción escolar. Pero además, coincidía que la mayoría de los participantes en la campaña de promoción asistían a centros de secundaria en los que se llevaba a cabo un proyecto de lectura libre y autónoma (Proyecto ELE) que complementaba a las lecturas trimestrales obligatorias.

Empecé a observar la necesidad de centrar la mirada en la relación entre los hábitos lectores personales de los chicos y la planificación lectora escolar y de ello surgió el diseño de mi tesis doctoral (Manresa, 2009; Manresa, 2013). El objetivo era describir las características de sus prácticas lectoras literarias fuera de las aulas y analizar las posibilidades de la escuela de incidir en ellas. Surgió, así, un estudio de caso situado en el campo de la investigación socioeducativa y anclado metodológicamente en diversas líneas de investigación (Baudelot et al., 1999; Hall y Coles, 1999, y Krashen, 1993 como referentes principales). Se sustentó en el análisis de los títulos leídos como lectura extraescolar por parte de los integrantes de tres grupos-clase durante sus tres primeros cursos en la educación secundaria obligatoria (12-15 años). A la vez, incluyó el análisis del impacto de un programa de lectura libre en los hábitos lectores de los mismos alumnos.
 
© Mireia Manresa

Muestro algunos ejemplos de resultados relevantes que matizan, complementan o confirman los de otros estudios y que conducen a implicaciones para la programación escolar de las lecturas:

El primer dato a resaltar es que los lectores fuertes o frecuentes (más de 10 libros por año) necesitan más atención de la escuela de lo que podría parecer ya que su hábito lector es más frágil de lo que refleja la gran cantidad de lectura que consumen. Son un grupo minoritario dentro del colectivo juvenil (un 5,5% a los 12 años según mis datos) y ello les sitúa en una posición que no incentiva la continuidad de su actividad lectora. Seguramente por este motivo, entre otros, su evolución en el paso de los 12 a los 15 años es claramente de disminución drástica de la lectura literaria. Tan solo un tercio de ellos se queda en una frecuencia lectora moderada con el paso del tiempo y coincide que ese tercio está formado únicamente por aquellos que en su primer año en secundaria (12 años) no se encasillan en los mismos tipos de textos. Por tanto, la diversificación y ampliación de sus lecturas en la escuela parece una vía necesaria para solidificar sus hábitos y para frenar la disminución de su actividad lectora.

Y ¿qué eligen leer los adolescentes de mi estudio? El segundo resultado que quiero destacar, y que confirma tendencias observadas en otras investigaciones, es que los jóvenes, en su mayoría, tienen poco criterio propio para elegir literatura. Se basan, principalmente, en los textos más populares, es decir, en aquellos que son o han sido leídos por muchos otros adolescentes, y que además les ayuden a leer por la familiaridad que presentan sus patrones narrativos. Ello provoca que la mayoría de los jóvenes, sean muy lectores o poco,  se encasillen en unos tipos de textos y por tanto que tengan habilidades lectoras determinadas y hábitos bastante frágiles. En cambio, este fenómeno tiene una contrapartida si nos fijamos en los jóvenes como colectivo, porque dibuja un marco de referentes comunes que puede ser explotado en las aulas para crear comunidad.

Y si los hábitos están tan globalizados ¿Qué diferencia existe entre los jóvenes catalanes de mi estudio y los de otros contextos? Principalmente, el bagaje de referentes que les aporta la lectura escolar. Esto lleva a pensar que según la tradición educativa en la que se inscriban los jóvenes sus universos lectores pueden quedar despoblados de algunos tipos de textos, como los más canónicos o los inscritos en algunos géneros determinados. De ahí la necesaria incorporación del criterio de complementación de las lecturas personales en la escuela y de un acompañamiento que les ayude a ubicar lo que les gusta leer: ¿por qué no una secuencia didáctica o itinerario sobre literatura romántica o sobre literatura vampírica que incluya tanto los libros juveniles del momento como sus referentes clásicos? ¿Por qué no formar los gustos literarios por contraste?

Una dimensión del hábito lector que se tiene poco en cuenta en la mayoría de estudios es la dimensión valorativa, es decir, las posibilidades que tiene el lector de expresar su experiencia lectora. Ser capaz de ir más allá de “me gusta”, “no me gusta”, “es divertido” o “es aburrido” forma parte de las habilidades de un lector competente. Mis datos muestran que los argumentos más sofisticados son propios casi exclusivamente de los jóvenes con un bagaje de lecturas extenso y diverso. Si duda, educar en la competencia para la conversación social sobre la ficción cada día es más relevante por la fuerza que va tomando la socialización lectora en la red.

Finalmente, ¿qué efectos tiene la aplicación de un programa de lectura libre en los hábitos lectores? Anoto dos: cuanto más consumo de lectura escolar libre y autónoma más aumento de la lectura personal y cuanta más lectura escolar libre más progreso en la valoración de los textos. Y es que la programación de lectura libre y de lectura guiada simultáneamente (cursive y analitique según el currículum francés) permite tender puentes entre la lectura personal y la lectura escolar, entre la construcción de hábitos lectores y la formación del lector literario, las dos caras de una misma moneda.
 
Mireia Manresa

Bibliografía citada

BAUDELOT, C.; CARTIER, M.; DETREZ, C. (1999). Et pourtant ils lisent... París: Éditions du Seuil.
HALL, C.; COLES, M. (1999). Children's reading choices. London: Routledge.
KRASHEN, S. (1993). The power of reading. Insights from the research. Englewood (Colorado): Libraries Unlimited, Inc.
MANRESA, M. (2009): Els hàbits lectors dels adolescents. Efectes de les actuacions escolars en les pràctiques de lectura. Dirección de Teresa Colomer. UAB.
MANRESA, M. (2013): L'univers lector adolescent. Dels hàbits de lectura a la intervenció educativa. Barcelona: Associació de Mestres Rosa Sensat.
 

viernes, 29 de abril de 2016

Realidades diversas: Otra mirada a las encuestas y los estudios sobre lectura en México


 


Para esta entrada enlistamos la ayuda de Cutzi L. M. Quezada quien es ahora parte de nuestro equipo. Cutzi es Mtra. en Lenguas y Literaturas Europeas, Americanas y Postcoloniales (Literatura comparada) por la Università Ca’Foscari di Venezia. Desde el 2015 desarrolla una investigación sobre el libro álbum en la colección Los Especiales de A la Orilla del Viento del FCE, en el programa de Doctorado en Letras Modernas de la Universidad Iberoamericana. Actualmente forma parte del Programa Nacional Salas de Lectura de la Secretaria de Cultura de México con la sala “Rayuela de Letras”.

Desde hace algunos años en México tanto instituciones gubernamentales como las ONGS han mostrado especial interés en los hábitos de lectura de la población y durante el 2015 se dieron a conocer los resultados de dos encuestas realizadas a nivel nacional. La primera encuesta que apareció fue la realizada por la SEP y CONACULTA, en zonas urbanas y rurales, a personas de 12 o más años. Incluye el tema de la escritura así como algunos elementos de lectura digital y se conoce como: Encuesta nacional de lectura y escritura 2015-2018. La segunda fue realizada bajo el liderazgo de IBBY México con el apoyo de instituciones editoriales y educativas y con soporte de Banamex. Esta Primera encuesta nacional sobre consumo de medios digitales y lectura se centró de manera especial en los hábitos de consumo y uso de medios digitales entre personas de 12 a 29 años pero solamente en zonas urbanas.

Entre los objetivos generales de la encuesta realizada por las instituciones gubernamentales, está conocer ‘las prácticas y hábitos de lectura y escritura en México’ y conformar políticas públicas para el fomento de la lectura. [1] En el caso de la encuesta de IBBY/Banamex, la búsqueda clave es ‘identificar los hábitos de consumo y uso de medios digitales entre los jóvenes mexicanos’[2], además de conocer el impacto que los medios digitales han tenido en la cultura lectora, cómo cohabitan con los medios impresos y qué intereses y necesidades satisfacen los jóvenes a través de la lectura en medios digitales e impresos.
 
Dada la importancia de estas encuestas, nos dimos a la tarea de volver a ellas (ver blog de14 enero 2016) y analizar algunos de los puntos relevantes de las encuestas sobre los y las jóvenes de 12 a 15 años para cotejar estos resultados con los datos arrojados en nuestra investigación sobre Transformaciones lectoras. A pesar de que el aspecto cuantitativo no es comparable, los elementos cualitativos de nuestra investigación nos permiten ahondar en algunos resultados. Las siguientes observaciones resultaron de esta nueva mirada.

Podemos considerar ambas encuestas nacionales mencionadas como complementarios, por lo menos para el sector juvenil entre 12 y 29 años, sin embargo, en la  encuesta IBBY/Banamex las personas entre 12 y 14 años representan el 19% de la muestra y en la de SEP/CONACULT la edad de 12 a 17 años es el 14.23%. El sector entre 12 y 15 por lo tanto se representa con un porcentaje muy bajo si consideramos que es un sector crítico en cuanto a la lectura.

Los resultados de las encuestas sostienen que entre los 12-17 años se lee más que en los siguientes años (a pesar de que, según IBBY/Banamex, los jóvenes no se identifican como tales o no aspiran a ser lectores – algo que nosotros también notamos en nuestro estudio). Además, de acuerdo con IBBY/Banamex el 61% de los jóvenes entre 14-15 años lee por gusto y SEP/CONACULTA informa que en esa edad se leen por gusto 4.2 libros al año frente a los 3.5 libros en promedio del resto de la población. En nuestro estudio, encontramos también evidencia de que lectores y lectoras se acercan a los textos literarios por gusto o por entretenimiento (una motivación que por lo tanto no es exclusiva de los medios digitales).

Por otro lado, en esta fase inicia el declive e incluso el abandono del hábito de la lectura. Además, en México la asistencia a la escuela disminuye con la edad, en particular a partir de los 15 años, desciende del 90% a un 60% aproximadamente[3]. Este período por lo tanto representa una oportunidad final para los mediadores institucionales de incidir y fortalecer la lectura y para aprovechar, y mantener el ese gusto. Sin embargo, para hacerlo, es necesario que esos mediadores, así como el público en general, reflexionen sobre lo que suele entenderse como ‘lectura’ a principios del siglo 21.

Un aspecto de estas encuestas que sorprende es que, dados los esfuerzos en cuanto a promoción y mediación que se dirigen a los niños, ninguna incluye niños menores de 12 años. Reiteramos que hay una necesidad urgente de incluir esta población en las encuestas para poder comenzar a comprender los cambios actuales.

 


Otra observación que queremos resaltar ha sido abordada de forma experta por Néstor García Canclini, antropólogo reconocido que trabaja en México, quien con un equipo de investigadores y con asesoría de expertos en el tema de la lectura, publicó en 2015 un trabajo importante: Hacia una antropología de los lectores. Este trabajo responde, en primera instancia, a las encuestas alarmistas de SEP/CONACULTA 2006 y 2015[4] que ponen énfasis en el número de libros impresos y leídos, utilizando instrumentos a los García Canclini llama ‘encuestas librocéntricas’. El interés de este antropólogo se vierte en dos ideas claves: el intercambio y la organización social de los lectores, es decir, ‘cómo leen lectores de distintas sociedades, edades y formaciones –en diferentes soportes: papel o digital- y cómo interactúan entre ellos en la escuela en el trabajo o en la comunicación cotidiana. Cómo se organizan distintos lectores […] para conocer y comunicarse las novedades editoriales, de los sitios de Internet o las redes sociales.’ (XIII)

Esto se alinea con las ‘comunidades de diálogo’ o ‘pláticas literarias’ en nuestro proyecto que permitieron la socialización de lo leído en los grupos de lectura, mediante acciones en las que el mediador es un agente interesado y responsable de la conducción respetuosa y estimulante de la interacción. En Transformaciones aplicamos nuestro interés en grupos específicos de lectores en la etapa secundaria (en una escuela urbana y otra semi-rural) para saber de ellos, de manera clara y directa, procurando hacerles reflexionar sobre sus experiencias lectoras y así notar las muchas cosas que leen todos los días, desacralizando el acto lector y ubicándolo en la cotidianeidad, más allá de los textos impresos. Este descubrimiento abrió su mirada y quitó el estigma juvenil de ser lector o lectora de acuerdo a percepciones más tradicionales. Saber leer hoy en día, como comenta García Canclini, ‘es entender cómo podemos manejar y jerarquizar contenidos heterogéneos en la exuberante información contemporánea. Filtrar, discriminar y elegir.’ (20).

Finalmente, otro problema es en que las encuestas y otros estudios, los cambios en la lectura que han surgido con la era digital se suelen generalizar y aplicar a toda la población. Sin embargo, en nuestra investigación, nos dimos cuenta de que el uso de Internet, de computadoras, tabletas electrónicas o teléfonos inteligentes no está tan generalizado como se cree: pocos jóvenes eran dueños de alguno de estos aparatos y sólo algunos tenían Internet en casa. Observamos que su relación con la lectura sigue siendo mediante la letra impresa, llevándonos a especular que estos jóvenes de 14 y 15 años son todavía parte de una ‘generación de transición’: conocen el mundo digital y se conectan cuando pueden pero todavía no es una parte integral de su vida diario ni de sus experiencias lectoras. En las encuestas se señala que 8 de cada 10 personas jóvenes (IBBY/Banamex) o el 77.8% de la población en general (SEP/CONACULTA) disponen de Internet en sus casas, pero esto no refleja lo que nosotros encontramos, quizá porque las encuestas nacionales se centraron sobre todo en áreas urbanas. Incluso el estudio de García Canclini se limitó a la Ciudad de México y por lo tanto, a una población muy distinta al resto del país (basta con señalar que en la Ciudad de México hay 470 librerías y aunque es poco respecto a la población total citadina, siguen siendo mucho más que en provincia).  

En un país como México donde existen tantas ‘realidades’ distintas, con tan alto grado de  pobreza y desigualdad económica hay que tener precaución al generalizar sobre los cambios en la lectura y es indispensable complementar los estudios cuantitativos con estudios cualitativos, con grupos específicos de lectores, comenzando desde la infancia y en diversas zonas geográficas del país.

Cutzi L.M. Quezada, Laura Guerrero y Evelyn Arizpe

 
BIBLIOGRAFÍA

Encuesta nacional de lectura y escritura 2015-2018. México: SEP/CONACULTA, 2015. PDF. 24 Feb. 2016. <https://observatorio.librosmexico.mx/encuesta.html>

García Canclini, Néstor et. al. Hacia una antropología de los lectores. Madrid, México: Fundación Telefónica, UAM, 2015.

Presentación de la Encuesta nacional de lectura y escritura 2015-2018. México: SEP/CONACULTA, 2015. PDF. 24 Feb. 2016. <https://observatorio.librosmexico.mx/encuesta.html>

Primera encuesta nacional sobre consumo de medios digitales y lectura. México: IBBY/Banamex, 2015. Web. 24 Feb. 2016. http://www.ibbymexico.org.mx/images/ENCUESTA_DIGITAL_LECTURA.pdf


[1] https://observatorio.librosmexico.mx/encuesta.html
[2] http://www.ibbymexico.org.mx/images/ENCUESTA_DIGITAL_LECTURA.pdf
[4] El estudio de IBBY/BANAMEX se dio a conocer a finales de 2015