Isabel Braadbaart se
encuentra terminando su año de prueba como profesora de primaria en
Aberdeenshire, Escocia. Posee un Bachillerato en Social Sciences del Colegio
Universitario de Utrecht, un Máster en Children's Literature and Literacies de la
Universidad de Glasgow y un Diploma Profesional en Educación Primaria de la
Universidad de Edimburgo.
Mi exploración sobre
lectura crítica (en inglés, ‘critical literacy’) ocurre en la intersección
entre mis valores personales, mis intereses e investigaciones académicas y mis
metas profesionales como profesora. Estos motivos son inextricables los unos de otros, y con justa razón. La
investigación no es nada sin su aplicación, el profesionalismo deja de existir
sin la evidencia y el pensamiento sistémico, y ninguno de ellos tiene sentido sin
el elemento personal. Este texto provee una mirada general y un análisis tanto
de mi tesis de Máster como de mi experiencia durante la práctica profesional que
llevé a cabo como estudiante de pedagogía, ambos relacionados con la lectura
crítica. Los lectores están invitados a reflexionar sobre las similitudes entre
mi viaje y el suyo, y a considerar los roles de los investigadores, los legisladores,
y los profesores en introducir, posicionar y promover la lectura crítica.
La lectura
crítica se reconoce como un ambiguo pero vital aspecto de las habilidades
lectoras (Stone, 2017). Existe una gran cantidad de aproximaciones y
definiciones, desde el reconocimiento de lo que los textos reales logran (Vasquez,
2010: 110), las exploraciones sobre cómo los textos realizan este trabajo
(Freire & Macedo, 1987), la posición de los textos como constructos
sociales (Sandretto & Klenner, 2011), hasta cómo los estudiantes aprenden a
decodificar, resumir, analizar y crear textos (Freebody & Luke, 1990). La
definición utilizada en mi tesis posiciona la lectura crítica como el uso de
las herramientas de lectura para analizar, criticar y transformar normal
sociales, y resalta su posición dentro de la pedagogía crítica. La lectura
crítica se define frecuentemente a través de los temas con los que trata: principalmente,
aquellos relacionados con problemáticas de justicia social (Vasquez, 2010).
Esta pluralidad es difícil: creó desafíos tanto para enfocar mi trabajo como docente
como para explicar mi trabajo a otros. Si bien existe un valor en las
definiciones múltiples, May (2015: 5) nota que existen muchas posibles
interpretaciones para que los educadores desarrollen una conceptualización
concreta sobre la lectura crítica. Como una profesora novata, deseaba una
definición que posicionara la lectura crítica tanto como una herramienta como un
lente, a la vez reconociendo cómo pienso y cómo incorporo la lectura crítica en
mi propia práctica. Mi definición actual, por lo tanto, se centra en la lectura
crítica como la forma en la que utilizamos la lectura como una herramienta para
comprender y mejorar el mundo.
"Hablamos
sobre lo mismo de una manera diferente": Una indagación sobre las negociaciones
de dos docentes escoceses sobre la lectura crítica
Para mi tesis,
trabajé con dos profesores escoceses durante tres talleres de una hora para
explorar cómo negociaban ellos el concepto de lectura crítica y cómo lo
posicionaban tanto dentro de su propia práctica como dentro del currículum
nacional de Escocia, el Curriculum for
Excellence (CfE) [Currículo de Excelencia]. Mientras que la lectura crítica
ha sido promovida ampliamente por
investigadores del área educativa, así
como también por algunos gobiernos (Luke, 2000) y ha tenido un impacto
positivos a largo plazo en los estudiantes (Harrell-Levy et al., 2016), mis hallazgos señalan una brecha entre las políticas
y la investigación, y también entre la
conciencia y el uso de la lectura crítica por los profesores.
La investigación
narrativa proporcionó el marco de la investigación, y me enfoqué en valorar la
voz de los participantes y su habilidad para dirigir la conversación y la narrativa.
Los talleres fueron grabados y transcritos por mí misma, aunque con
corroboración y discusiones relevantes con los participantes. No obstante la
naturaleza interpretativa de una indagación narrativa implica que un análisis
no es de ningún modo resolutivo o exhaustivo, las narrativas más fuertes que se
desarrollaron fueron aquellas que entrelazaban elementos estructurales,
creencias personales, valores y poder. Las estructuras narrativas, incluyendo
los efectos del ambiente en los docentes y vice-versa (Giddens, 1984; Bourdieu,
1972), se enfocaron principalmente en los aspectos positivos y negativos de
trabajar con el CfE, aunque temas
como el desarrollo profesional, el tiempo de preparación y el tamaño de la
clase también fueron mencionados. Además discutimos el rol de las creencias y los
valores personales en la forma en que un profesor aborda la lectura crítica.
Ciertamente, un problema de fondo en la investigación sobre el uso de la
lectura crítica por parte de profesores es que requiere no sólo de la
adaptación de las prácticas, sino también de la disposición de participar en
una reflexión crítica. Los participantes apodaron esto como una 'mentalidad'.
Por último, la problemática del poder fue un trasfondo marcado, demostrado en
casi todas las constantes negociaciones entre lo teórico y lo personal, cuando
se consideraba cualquier tipo de aproximación pedagógica, no sólo lectura
crítica.
Esta tesis
aportó ideas tentativas sobre los desafíos de invitar a profesores a participar
en lectura crítica, demostrando la importancia de considerar cómo los
profesores adoptan nuevos enfoques y los incorporan dentro de sus propias
creencias y prácticas pedagógicas, y el potencial de los elementos teóricos que
influencian este proceso. No sólo podrían potenciarse estas ideas en
investigaciones futuras, sino que estos fueron aspectos que sabía jugarían un
rol en mi educación pedagógica al año siguiente, y esperaba que se cruzaran en
mi camino cuando comenzara mi práctica pedagógica.
Lectura
crítica como pedagogía inclusiva: lectura significativa para todos
En las últimas
cinco semanas de mi formación docente en un establecimiento educacional llevé a
cabo la investigación práctica. Esta fue una oportunidad de expandir mis
conocimientos prácticos y teóricos sobre la lectura crítica, mientras desarrollaba
la práctica profesional que realizan los profesores escoceses. Una investigación
práctica es "una investigación con una lógica y un método que puede ser explicado
o defendido" (Menter et al.,
2011) enfocado en pedagogos y sus prácticas. Es una investigación de naturaleza
cualitativa, émica y personal.
Mi
investigación se enfocó en explorar cómo funciona la lectura crítica como una
pedagogía inclusiva. Los dos enfoques van bien juntos. Las competencia lectoras
son esenciales para el éxito pedagógico, y "encontrar formas de involucrar
estudiantes en la lectura puede ser una de las maneras más efectivas de
fomentar el cambio social" (OECD, 2002:3). Adicionalmente, trabajar en
educación inclusiva apunta al hecho de que la sola presencia de estudiantes en
la escuela no es suficiente: los estudiantes también deben tener
"oportunidades de participar en una enseñanza significativa" (Florian
& Spratt, 2013: 121). La naturaleza de la lectura crítica resalta la
importancia, en el mundo real, de la lectura en sus enfoques y temas, ayudando
a crear oportunidades de lectura significativas. De este modo, me enfoqué en
explorar cómo podría hacer que la lectura fuera significativa para todos los
estudiantes utilizando la lectura crítica.
Me centré en
dos problemáticas superpuestas de la pedagogía inclusiva y la lectura crítica:
valorar la voz del estudiante y valorar múltiples opiniones. Ambas están conectadas
a través de preguntas claves, sobre las cuales necesitaba reflexionar: ¿qué
voces están incluidas y excluidas en mi aula? (Allan, 2003); ¿Qué mensajes estoy
enviando sobre los tipos de aprendizaje y de estudiantes valorados en mi clase?
(Florian & Spratt, 2012: 121). Durante la práctica, reflexioné diariamente
sobre mi propia forma de enseñar y sobre el proceso de aprendizaje de los
estudiantes; esto proporcionó la base para el análisis de cómo el uso de la
lectura crítica afectó a mis estudiantes y también a mí misma
Al trabajar con
estudiantes en el último año de primaria (P7 en Escocia), se exploraron las
habilidades de lectura crítica mediante un enfoque interdisciplinario al
analizar la lectura y escritura de noticias, y en particular, en el reportaje sobre desastres
naturales. Primero nos centramos en comprender cómo una noticia funciona como
texto y luego en cómo pueden utilizar el
texto para sustentar sus opiniones. Naturalmente, las noticias funcionan como
un excelente vínculo con la relevancia real de los textos. La exploración de
los desastres naturales y la preparación de los países ante ellos ofreció
oportunidades para desarrollar tanto competencias de alfabetización visual como
para continuar desarrollando la destreza para utilizar un texto para apoyar una
posición. Estas habilidades fueron aplicadas a los periódicos, al examinar el
rol de las imágenes, titulares y formato, y quién toma las decisiones respecto
a esos elementos. También exploramos hechos y opiniones en las fuentes de las noticias,
conectando su verdad y relacionándolo, una vez más, a una preocupación de la
vida real, por ejemplo, si los spinners deberían
ser permitidos en las escuelas. Todas estas habilidades fueron puestas en
práctica en una evaluación escrita, en la cual los alumnos tenían que escribir
un artículo sobre un desastre natural utilizando un archivo con información
para seleccionar a un testigo, citar a un experto, y utilizar la evidencia
apropiada para apoyar su texto.
Personalmente, me
parece claro que la clase se involucró en el enfoque en las habilidades y
actitudes de lectura crítica. En particular, las actividades permitieron a los estudiantes
menos capaces a contribuir y desarrollar habilidades lectoras. El uso de textos
reales demuestra un interés en hacer relevante lo que estás enseñando a los
alumnos, y examinar cómo el texto funciona empodera a los estudiante mediante
la mejora de destreza en la decodificación de textos. El enfoque en
alfabetización visual destaca la inevitabilidad de perspectivas múltiples y
crea un ambiente que valora la pluralidad de ideas e interpretaciones, además
de remover o disminuir la barrera de un texto tradicional para lectores menos seguros.
Al valorar múltiples perspectivas, apreciamos la voz y las ideas de los
estudiantes, poniendo el foco y la responsabilidad del
aprendizaje en los mismos estudiantes - un punto clave en la enseñanza
dialógica (Sandretto & Klenner, 2011: 63).
En la versión
final de la tarea, algunos de los estudiantes menos capaces usaron sofisticadas
estrategias de lectura para planear sus textos, así como también demostraron
una buena comprensión de cómo se produce un artículo noticioso. Cabe señalar
que la lectura crítica no fue el único enfoque que utilicé para fomentar la
educación inclusiva: también utilicé rutinariamente estrategias de evaluación
formativa, enfoques dialógicos y agrupamiento de habilidades mixtas, según
correspondiera. Sin embargo, el uso de la lectura crítica como marco para la
enseñanza y el aprendizaje inclusivo me ayudó a navegar mi evaluación de las diferentes maneras de ser un estudiante,
destacando tanto las prácticas existentes como las nuevas prácticas que podría
incorporar.
Reflexiones
y siguientes pasos
Aprendí mucho
de esta investigación y al terminar mi práctica estaba entusiasmada por saber
cómo podría incluir las habilidades de lectura crítica en mi aula. Me llamó la atención
también el tipo de obstáculos y problemas que los profesores pueden encontrar cuando
intentan incorporar la lectura crítica en su práctica y en su mentalidad:
obstáculos que podrían haber sido difíciles de imaginar cuando comencé la
investigación inicial para mi tesis. Las amplias categorías de teoría,
creencias, valores personales y poder todavía aplican, pero ahora puedo imaginar
de forma más clara las particularidades
de aquellos desafíos, por ejemplo, la necesidad de tomar tiempo para establecer
hábitos de lectura crítica y enseñar el metalenguaje apropiado; las potenciales
luchas para encontrar el espacio para la lectura crítica dentro del currículum
así como la planificación escolar y las estrategias literarias establecidas; la
intrincada red de prácticas en la que muchos elementos críticos de lectura
requieren de otros aspectos de una buena práctica inclusiva.
La importancia
de la lectura crítica sigue siendo evidente para mí, y esta investigación me
ayudó a volver a mi trabajo anterior y definir la lectura crítica de una forma
más clara para mi propio trabajo. Los desafío que presenta son superables;
personalmente veo muchas oportunidades para llevarlo adelante, aún cuando se
esté trabajando con alumnos de menor edad que los míos. . Más allá de mi viaje
personal, todavía hay mucho que se puede hacer en cuanto a investigaciones y
políticas educativas. Por ejemplo, se necesita más información sobre cómo
podemos motivar y ayudar de manera eficaz a los profesores no sólo a
implementar la lectura crítica, sino a que también la incluyan en sus clases. Con
base en mi propia experiencia, argumentaría que enfocarse en las habilidades,
más que en los temas, ayudaría a aclarar qué es la lectura crítica, pero este
tema necesita ser investigado a fondo. Es necesario aumentar la conciencia
sobre la lectura crítica y su valor, tanto socialmente como una herramienta de
pedagogía inclusiva. En parte, esta responsabilidad recae, en este caso, en el gobierno
escocés y en cómo el CfE incorpora la
lectura crítica; en parte la responsabilidad recae en los investigadores
quienes deben hacer su trabajo accesible a quienes pueda beneficiar. Por
último, necesitamos profesores que crean en el potencial y el poder de la
lectura crítica a través del currículum
y actúen para defender su uso más allá de sus propias aulas.
Referencias
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