martes, 9 de diciembre de 2014

¿Cuánta agua lleva tu “Río de lectura”?



¿Qué lugar tiene la lectura en tu vida diaria?¿Cuánto lees en una semana? ¿Qué tipo de textos? Estas fueron algunas de las preguntas orales que les hicimos a los jóvenes participantes en el proyecto quienes nos contestaron que leían muy poco debido a sus otras actividades y quehaceres, los cuales incluyen desde hacer deportes y jugar con sus celulares hasta trabajar en los negocios de su familia los fines de semana. Sin embargo, cuando les pedimos que nos hicieran un collage con todos los tipo de textos que leían, se sorprendieron ellos mismos, ya que resultó que leen mucho más de lo que pensaban. El ejercicio visual también los invitó a una respuesta más creativa que refleja la fluidez con la cual nos movemos a través de los textos en nuestro entorno. Esta actividad se llama “Ríos de lectura” y fue ideada y desarrollada por académicos en el área de educación y prácticas lectoras (Burnard, 2002; Winchester, 2008; Cliff-Hodges, 2010). Se utilizó también con éxito en un proyecto anterior, Journeys from Images to Words (McAdam et al 2014, ver http://www.journeys-fromimagestowords.com/) con alumnos de escuelas primarias en la ciudad de Glasgow, para mostrar cómo se pueden valorar los lenguajes, las prácticas letradas y las culturas de todos los alumnos en escuelas multiculturales.

En Glasgow se encontró que los chicos incluían una gran variedad de textos, tanto libros y revistas como películas, videos y otros tipos de textos multimodales. Se realizó un análisis agrupando los textos según algunas de las categorías desarrolladas por Cairney & Ruge (1998) y Marsh (2004). Se descubrió que la categoría más grande se refería a las prácticas letradas cuyo objetivo es obtener información; le seguía de cerca la categoría relacionada a la lectura por placer o auto-expresión (el análisis completo y las conclusiones pueden leerse en detalle en el Reporte Final del proyecto que puede descargarse en http://esmeefairbairn.org.uk/news-and-learning/publications/journeys-from-images-to-words).

Entre los jóvenes mexicanos también encontramos una gran variedad de textos entre los cuales sobresalen los textos funcionales y para entretenimiento, además de los que tienen que ver con comunicación en medios sociales digitales (Facebook, WhatsApp, Instagram). Se mencionaron libros de texto en casi todos también. Nos encontramos con textos de autoayuda, revistas y la novela gráfica que estábamos leyendo en ese momento para el proyecto (Justicia divina de F. Haghenbeck – ver la entrada sobre este libro en este blog). Se mencionaron películas, videos y letras de canciones. Aparecieron notas escritas a mano y una referencia a cartas de amor. Por otro lado, las recetas, información nutricional en paquetes de alimentos y etiquetas de productos de belleza también forman parte de la lectura diaria.


Los “Ríos” también pueden incorporar afluentes, es decir, las lecturas de otros miembros de la familia. En México, donde muchos alumnos todavía viven en familias extendidas, con varias generaciones en la misma casa, encontramos que incluyeron afluentes con las lecturas de abuelos o primos. Se puede lograr entonces una vista más amplia de ríos que se entrecruzan y revelan un terreno fértil para la investigación y para la pedagogía.

La actividad nos permitió aprender sobre las actividades que suceden en el hogar alrededor de la lectura y la escritura sin entrometernos en las casas. Condujo a la conversación con los participantes, sobre títulos en particular, tipos de textos, lugares dónde se consiguen y lo que les aportan. También nos invitó a pensar en cómo cambian las prácticas lectoras según la edad o el género y cuál es el rol en general de las prácticas de lectura (o escritura) en sus vidas. 

Ya sea como estrategia pedagógica o investigativa, al comienzo de esta actividad es importante que el maestro o investigador cree su propio “Río” y lo comparta con los alumnos. Mientras que es necesario especificar si el ejercicio se llevará a cabo durante un día, una semana, o un fin de semana, es importante señalar que el ejemplo del maestro no es el único modelo posible y cada alumno puede dibujar la trayectoria de su río como lo prefiera. En este proyecto, se les pidió que llevaran a cabo la actividad durante una semana y tanto Evelyn como la bibliotecaria de una de las escuelas hicieron el su “Río” y lo comentaron con los jóvenes. 


“Río de lectura” de Evelyn

Muchos de los textos mencionados por los participantes suelen pasan desapercibidos o son ignorados por los maestros en las escuelas y por el currículo en general, lo cual significa desaprovechar oportunidades para conocer más a fondo las actividades de los alumnos y para incorporarlos de alguna manera en el aula. Las conversaciones sobre lecturas y textos que son familiares a los alumnos pueden enriquecer el trabajo con las lecturas obligatorias. Pueden aprovecharse para trabajar, por ejemplo, la intertextualidad o para conocer las actividades digitales que pueden realizarse alrededor de un texto (ya que los jóvenes suelen conocer y manejar estos textos mejor que los maestros); por ejemplo, pueden discutirse las reseñas que hacen los “booktubers” en youtube o se puede entrar a las páginas o foros de diversos autores contemporáneos de literatura infantil y juvenil. Puede analizarse el lenguaje y las imágenes de anuncios, carteles o mensajes políticos. Inclusive los ingredientes de productos alimenticios o de belleza pueden servir para una actividad en la materia de química. Aun cuando el material que se obtenga de los “Ríos” de algunos alumnos sea menor que los de otros, entre todos se puede crear un panorama del grupo y hacer listas o gráficas por categorías. Asimismo, los alumnos pueden reflexionar sobre los tipos de textos y lectura que no aparecen en estas listas. Finalmente, pueden crearse varios “Ríos” a lo largo del año escolar, mostrando cómo van cambiando los textos o cómo se va desarrollando el interés por la lectura.

En cuanto la investigación, Gabrielle Cliff-Hodges concluye:
… the idea of rivers of reading associates strongly with the narrative, temporal and historical; the idea of mapping the terrain of readership associates strongly with the sociocultural and spatial. For all these reasons, collage-making seemed to be a suitably thought-provoking research method to use. (p.188)

… la idea de ríos de lectura se asocia fuertemente a la narrativa, temporal e histórica; la idea de hacer un mapa del terreno de la lectura se asocia fuertemente con lo sociocultural y lo espacial. Por todas estas razones, hacer collage parece ser un método de investigación efectivo que invita a la reflexión. (EA traducción)
En cuanto a la pedagogía, así lo resumieron Julie McAdam y el resto del equipo de investigación en Glasgow:
The Rivers of Reading task is a useful way of promoting discussion about literacy practices at home and school. It allows children opportunities to connect their home practices to those of the school and it also provides teachers with valuable insights into the out-of-school interests of the children they teach, leading to more enhanced and culturally sensitive individual planning. The task increases awareness of what it means to
read and can enable children to become more confident about the role literacy plays in their daily lives.

El ejercicio Ríos de lectura es una manera útil de promover conversaciones sobre las prácticas letradas en el hogar y en la escuela. Permite oportunidades para que los niños conecten las prácticas del hogar con las de la escuela y también proporciona a los maestros una idea sobre los intereses fuera de la escuela de los niños a quienes enseñan, lo cual conduce a planear para cada individuo de forma más amplia y culturalmente sensible. El ejercicio aumenta la consciencia de lo que significa leer y puede ayudarles a tener más confianza sobre el papel que juega la lectura y la escritura en su vida diaria. (EA traducción)
Los resultados de esta actividad son obviamente de interés para la investigación en este campo y puede ofrecer datos tanto cuantitativos como cualitativos. En México, nuestra muestra no fue lo suficientemente amplia como para llegar a conclusiones determinadas o hacer generalizaciones. Los “Ríos” de los jóvenes se asemejan pero también nos recuerdan que muestran un momento preciso donde los ejes de tiempo y espacio se encuentran en actos de lectura que son eclécticos e idiosincráticos. En el caso de nuestro proyecto, no se trataba de presentar datos exactos sino de mostrar el vistazo interior que nos ofrece esta actividad y que ilumina esos momento de lectura únicos.




Burnard, P. (2002) ‘Using image-based techniques in researching pupil perspectives’, The ESRC Network Project Newsletter, (5) pp 2-3

Cairney, T.H. and Ruge, J. (1998) Community Literacy Practices and Schooling: Towards Effective Support for Students. Canberra: DEET

Cliff-Hodges, G. (2010) ‘Rivers of reading: Using critical incident collages to learn about adolescent readers and their readership,’ English in Education, 44 (3)

McAdam, J. E., Arizpe, E., Devlin, A. M., Farrell, M., and Farrar, J. (2014) Journeys from Images to Words. Project Report. Esmée Fairbairn Foundation.

Marsh, J. (2004) ‘The Techno-literacy practices of young children,’ Journal of Early Childhood Research, 2(1) pp 51-66

Winchester, D. (2008) ‘Rivers of Reading.’ English Four to Eleven 33, Summer, pp19-21


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